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KDS screwdriving into plastic speed

En el fijado industrial, la velocidad a menudo se considera una forma sencilla de aumentar la productividad. La suposición de que duplicar la velocidad duplicará la producción es engañosa, ya que no tiene en cuenta las complejidades del control de torque, las características de las uniones y las propiedades de los materiales. Si bien las velocidades más altas pueden reducir los tiempos de ciclo, también presentan riesgos como el desgarre de roscas, el cruce de roscas y la aplicación inconsistente del torque. Una gestión adecuada de la velocidad es esencial para encontrar el equilibrio adecuado entre eficiencia y precisión, asegurando ensamblajes de alta calidad y evitando retrabajos y defectos costosos.

En Kolver, a menudo encontramos situaciones donde los fabricantes luchan debido al uso incorrecto de las herramientas de torque.

Recientemente, un fabricante de componentes electrónicos estaba atornillando carcasas de plástico a una velocidad demasiado alta, lo que sobrecalentaba el plástico y alteraba el punto de torque de ruptura de la unión, lo que resultaba en problemas de calidad y confiabilidad. Al guiar al cliente a través de algunos ajustes clave en sus configuraciones de apriete, pudimos resolver rápidamente el problema y aumentar significativamente la calidad y confiabilidad del producto final. Este caso subraya la importancia de ajustar las configuraciones de velocidad al material que se está fijando.
(Más información sobre la sujeción de plásticos aquí)




El rol de la velocidad en el atornillado

La velocidad de apriete afecta directamente cómo se aplica el torque a una unión. Si la velocidad es demasiado alta, pueden surgir problemas como el desgarre de roscas (especialmente en materiales más blandos como el aluminio o el plástico), el cruce de roscas (es decir, desalineación entre el tornillo y la rosca) y una menor precisión en la aplicación del torque. Por otro lado, si la velocidad es demasiado baja, puede dar lugar a tiempos de ciclo ineficientes y mayor desgaste tanto de la herramienta como del fijador. En particular, las velocidades demasiado bajas al trabajar con tornillos autoperforantes o con uniones elásticas pueden sobrecalentar el motor del atornillador, al igual que intentar estirar una liga demasiado lentamente en el gimnasio. Al igual que tus músculos deben resistir constantemente la tensión de la liga sin ganar impulso, el motor debe trabajar más para mantener el torque.


Velocidad y ergonomía: protegiendo al operador

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La velocidad no solo afecta la productividad y la calidad, sino que también juega un papel crucial en la ergonomía y la seguridad del operador. La forma en que se absorben las fuerzas de reacción durante el proceso de apriete puede afectar significativamente la fatiga y el estrés en el trabajador. En uniones duras, las herramientas de alta velocidad dependen de su inercia para absorber la mayor parte del torque de reacción, reduciendo la carga que siente el operador. En cambio, trabajar a velocidades más bajas puede hacer que el proceso de apriete sea más suave y preciso, pero también puede generar una fuerza de reacción más fuerte y abrupta que aumenta el estrés en la mano, la muñeca y el hombro, con el riesgo de desarrollar afecciones a largo plazo como el síndrome del túnel carpiano. Para reducir los riesgos de lesiones por esfuerzo repetitivo, además de encontrar los parámetros óptimos para la unión, recomendamos utilizar un brazo de reacción de torque. Kolver ofrece muchas soluciones en este ámbito.

Encontrar el equilibrio entre velocidad, ergonomía y control de la herramienta es clave para crear un entorno de trabajo más seguro y eficiente.


Ajustando la velocidad para diferentes uniones y materiales

Como se mencionó anteriormente, en el mundo industrial existen una gran variedad de materiales y tipos de uniones, y no hay una única velocidad adecuada para todos. Cada material y tipo de unión requiere consideraciones específicas de velocidad para equilibrar eficiencia y precisión. Los materiales blandos (plásticos, compuestos, ciertos tipos de madera) requieren velocidades más bajas para evitar el sobrecalentamiento excesivo y/o el daño a la rosca. Generalmente, recomendamos velocidades entre 300 y 500 RPM.

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Los tornillos autoperforantes también pueden beneficiarse de velocidades más bajas para evitar que se desgasten, pero también necesitan suficiente velocidad para cortar las roscas, por lo que se recomienda una velocidad media. En estos casos, se recomiendan velocidades entre 600 y 1100 RPM, dependiendo de la aplicación específica y de tipo de material.

Al trabajar con metales, recomendamos aprovechar la función de reducción de velocidad disponible en los K-DUCER, los atornilladores con transductores de Kolver, para trabajar a velocidades altas durante la fase de montaje (hasta la velocidad máxima del atornillador), cambiando luego a una velocidad más baja después de que el tornillo haya sido asentado, reduciendo el riesgo de apriete excesivo y aumentando la precisión general del torque. Recomendamos una velocidad final entre 30 y 100 RPM, dependiendo del tipo de tornillo y del torque de instalación especificado.

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Para los fijadores especiales, como los utilizados en muchas aplicaciones aeroespaciales, el fabricante normalmente proporciona la velocidad de sujeción adecuada junto con las especificaciones del torque de instalación.



Kolver está aquí para ayudarte

La gestión de la velocidad en el atornillado no solo se trata de un ensamblaje más rápido; se trata de precisión y confiabilidad. Al ajustar las configuraciones de velocidad según el material y el tipo de unión, los fabricantes pueden garantizar una aplicación correcta del torque, prevenir problemas comunes y lograr una mayor calidad en sus ensamblajes. Además, considerar la ergonomía al establecer los parámetros de velocidad puede ayudar a reducir la fatiga del operador y mejorar la seguridad en el lugar de trabajo. Invertir en herramientas con control inteligente de la velocidad, como el K-DUCER de Kolver, puede marcar una gran diferencia tanto en eficiencia como en el rendimiento a largo plazo del producto.

Como siempre, si necesitas ayuda para encontrar la estrategia de apriete óptima para una aplicación en particular, no dudes en contactarnos.